La luz dorada del tímido sol,
ofrece su último cobijo
a cambio de sus sueños,
entregando su último resplandor...
Chispeante el firmamento
por sonrientes estrellas...
y tú prominente y siempre bella
conviertes en plata todo lo que observas.
Enloquecido, a lo lejos te miro...
con los ojos enrojecidos, te miro...
mis manos quieren llegar a ti
para robarte una caricia y un suspiro... y te miro...
Mi voz se expande
y se transforma en gritos
haciendo insaciable el llanto,
mientras que mis lágrimas se pierden en el olvido...
Las estrellas se apagan y duermen,
y en el firmamento no queda nada...
sólo los restos de un ruego...
mientras que tus ojos cierras y entera desapareces...
Dorado se transforma
todo lo que toca el sol...
pero al paso del tiempo
una vez más duerme y anochece...
La oscuridad no es eterna,
porque siempre estás cubriendo de plata todo lo que rodeas...
por eso, todas las noches te ruego
para que nunca desaparezcas...
21 de junio de 2010
... Gritos...
Publicado por
Raúl
en
3:07
Etiquetas: enloquecido, gritos
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